miércoles, 7 de abril de 2010

No le echemos la culpa al periodismo

Públicado por Aporrea.org el 24/09/09
Por: Pedro Guzmán

En la Venezuela de hoy se vive cada vez con menos credibilidad, la misma se encuentra entre un matiz de búsqueda de la información entre todos los medios de comunicación para así darnos una idea la suficientemente cerca de la realidad y los eventos que suceden en el país. Los medios no son objetivos, de hecho no pueden serlo, se acercan a través de sus escritos, audios y videos a subjetividades que en algunos casos distan de la tan ansiada verdad. Esta utopía que tanto buscamos todos los venezolanos y extranjeros, se encuentra más allá de las retoricas noticias y sucesos amañados que vemos a diario en los medios de comunicación…ahora, ¿es en realidad culpa del Periodismo?

Veo con suma preocupación como desde el lado revolucionario se ha ido satanizando la profesión del periodismo de forma sostenida, indicando que esta profesión se han perdido y que ya no es posible encontrar comunicadores de profesión académica que digan la verdad o se acerquen a ella. Pero, ¿es el periodismo o los acólitos opositores que detentan ese título los que tiene la culpa de la desinformación? A manera ilustrativa pudiésemos hacer la analogía entre un computador y un usuario. El computador es fabricado y ensamblado en los Estados Unidos, luego distribuido a Latinoamérica y colocado en las tiendas donde el usuario lo adquiere tanto en Venezuela como en otros países de este lado del mundo, esa simple posesión, (la del computador), no puede indicar que quién lo compra o lo adquiere es per se un capitalista a ultranza que está en contra de la revolución, ya que ello depende del uso que esta persona le dé al equipo. Igual sucede con el periodismo, su uso no depende de la profesión, es quien la detenta el responsable de darle un fin adecuado con ética y profesionalismo.

No podemos seguir repitiendo “se perdió el periodismo”, “Quién se robo el periodismo”, “La mediocridad del periodismo”, “periodismo perdido”, u otra adjetivación que denigre la calificación académica que tienen las instituciones para estos programas de formación de grado. Seamos claros y nombremos a quién creemos que la denigran y la descalifican. La culpa no es del periodismo.

Muchos de los venezolanos que creemos en una forma diferente de informar y transmitir conocimiento, aún nos encontramos tras bambalinas, esperando la oportunidad de comenzar a bregar. Nos sentimos orgullosos de ser periodistas y respetamos a los comunicadores alternativos como forma de expresión y difusión que lucha contra el poder hegemónico.

Golpea cada vez que los compatriotas Mario Silva, Pedro Carvahalino y Jorge Amorín, (por nombrar quizás los más visibles), golpean a la palabra periodismo, ya que con ello meten en un solo saco a justos y pecadores. No se puede resaltar al comunicador alternativo a costa del periodista, ya que al final de cuentas ambos tienen el mismo fin, acercarse a la verdad.

Es cierto, todos los venezolanos somos comunicadores sociales y podemos ayudar en la realización de una noticia, lo que no podemos negar es que la intervención de la académica en la formación del periodista le da herramientas sintácticas, semánticas y filosóficas que lo ayudan en el desempeño de su labor. Sigamos en la lucha por la formación de medios de comunicación, (no de información), que den al traste con la hegemonía informativa, busquemos los verdaderos culpables…el periodismo no lo es.

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